La ilusión de que una persona bajara de peso, o reducirá centímetros en su cintura al usar fajas
para adelgazar hacen que las personas adquieran este producto desde hace muchos años en todas
las partes del mundo.
Instituciones reconocidas, como la Federal Trade Comission (FTC), han comenzado
a presionar a las empresas que venden fajas adelgazantes para que no hagan falsas promesas en sus
anuncios publicitarios. Esto es debido a que la mayoría de los vendedores aseguraban que con estas
fajas se quemaba grasa y por consiguiente se perdía peso fácil y sin esfuerzo. Sin embargo estas
afirmaciones mencionadas en las campañas publicitarias son falsas, y fueron denunciadas como
publicidad engañosa. En la actualidad los anunciantes de estos productos tienen especial cuidado en
sus afirmaciones. Ahora las campañas de publicidad no afirman que con
fajas para adelgazar
se pierde kilos por que se quema la grasa abdominal, sino que se pierde peso debido a la
eliminación de líquido en esta zona a través del sudor, no de grasa. Estas fajas adelgazantes se
colocan alrededor de la cintura en contacto directo con la piel mientras se hace
ejercicios para adelgazar.
Una de las ventajas reales de usarlas mientras se hace ejercicio es que disminuye la presión en los
músculos del abdomen y de la espalda, lo que evita posibles lesiones en estas zonas.
A lo largo del tiempo se han ido acumulando una larga cantidad de historias de
personas que han usado trajes térmicos, fajas adelgazantes e incluso tiras de
plástico para aumentar la sudoración de la piel a través del calor cuando se realiza actividad
física, con la esperanza de perder peso. Es muy común escuchar, más por creencias populares que por
estudios científicos, que la temperatura interna en la zona en donde se colocan las
fajas para adelgazar
u otro instrumento con la misma finalidad, hace que la temperatura interna aumente haciendo que la
grasa corporal se derrita. Lo cierto es que no hay verdad alguna en este hecho y que los
centímetros que se llegan a reducir son el resultado de la pérdida de líquido, y tan pronto cómo se
recuperen estos líquidos, vuelven a aparecer los centímetros perdidos. Lo que si se ha comprobado
es que intentar perder peso por medio de la deshidratación y el aumento de la temperatura corporal
puede ser peligroso.
Toda persona que ha tratado de perder peso a través de la sauna, fajas
adelgazantes o algún otro mecanismo similar diseñado para hacernos sudar, habrá constatado que
sudar en exceso solo causa perdida de peso que no es permanente. Además, la sensación de una
abundante sudoración en la zona en donde se emplea la faja o el calor puede crear la impresión de
que se está perdiendo peso, pero solo es una ilusión.
Los tipos de fajas para adelgazar que se conocen en el mercado son las fajas
reductoras, fajas adelgazantes, fajas térmicas, fajas de yeso y fajas abdominales
electrónicas.
Se recomienda hacer ejercicio físico sin usar ningún tipo de fajas para
adelgazar, a menos que un médico especialista nos lo indique, ya que al usar una de estas fajas
mientras nos ejercitamos realmente puede limitar la efectividad de los ejercicios, porque al
aumentar la temperatura corporal durante la actividad física fuerza al organismo, reduce la energía
y la intensidad del entrenamiento. Por último indicar que si se entrena con una de estas fajas se
debe compensar lo más rápido posible el líquido perdido, de lo contrario nuestro cuerpo podría
sufrir de deshidratación. |